sábado, 17 de enero de 2015

Sesión sobre pinyin (3 de 4): dinámicas y análisis de los compañeros



Elementos y dinámicas interesantes:

1. Para distinguir las consonantes aspiradas de las que no lo son, la profesora nos hace cortar una pequeña tira de papel, alargada, ponerla delante de la boca y pronunciar los sonidos. Nos hace notar, además, que “p” es la que más moverá el papel, luego la “t” y finalmente la “k”, con la que apenas se moverá. El papel debe sujetarse de arriba abajo (es decir, la mano que lo sujeta debe estar a la altura de la nariz, aproximadamente).

2. La profesora hace un concurso de lectura de pinyin que me ha resultado muy interesante por el tipo de dinámica que ha seguido. Ha repartido tarjetas entre toda la clase: el profesor lee un sonido y los alumnos que tengan la tarjeta con el pinyin se levantan. Cada alumno tiene varias tarjetas, y las tarjetas están repetidas (es decir, nunca se levantará un alumno solo con el sonido, siempre serán varios: me ha gustado esta idea de que no sea uno solo el que se levante y sienta la inseguridad de “¿habré escuchado bien?”).

3. El profesor nos hace ponernos de pie y, con todo el brazo, trazar en el aire los tonos. La idea es vincular el movimiento con la dirección del sonido.

4. Frase del profesor: “el pinyin es como un novio pesado: ahí está y no puedes hacer nada, hasta que en un momento dado por fin te lo puedes quitar de encima”.

5. El factor de la motivación se puede trabajar desde el pinyin: en la selección de ejemplos accesibles y similares en español y en chino, por ejemplo, o acercando conceptos: en la explicación de los tonos, un compañero dice "¿Dónde ponemos los acentos en español, sobre las vocales o las consonantes? Pues igual en chino". Simple y efectivo. 

Sobre las secuenciaciones:

Han sido todas más o menos parecidas, esencialmente basadas en la forma tradicional de enseñar pinyin, con más o menos variaciones. Una aportación algo diferente ha sido la de un compañero que ha optado por empezar la clase en chino (sólo “hola”, “me llamo…”, “soy de España”…) y luego ha tratado de que los alumnos ligaran un “nihao” que ha escrito minutos más tarde en la pizarra con lo que él había dicho al comienzo de la clase: la idea me ha gustado, pero quizá ha exigido demasiado de un oído que aún no sabe chino.

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