martes, 10 de febrero de 2015

Comentario de artículo: la mejora de la competencia conversacional mediante secuencias formulaicas

La presente entrada es un resumen-comentario de Cortina Pérez, B. "Una propuesta didáctica para la mejora de la competencia conversacional de una LE mediante secuencias formulaicas". En Didáctica. Lengua y Literatura (2009). Vol 21, 99-115.

Existe una nueva corriente que coloca la enseñanza del léxico como elemento fundamental para la enseñanza de una LE, ya que el dominio de este, según diversos estudios, es lo que permite un mayor perfeccionamiento de las destrezas orales y escritas. De ahí el concepto de "competencia léxica", que cuenta con diversas definiciones según los autores. El MCER lo define como "el conocimiento del vocabulario de una lengua y la capacidad para utilizarlo": considero que es la más versátil y completa, así que me quedo con ella. Incluye dentro dos nociones importantes: la producción y la comprensión del léxico, entendiendo este último no como unidades aisladas, sino combinadas entre sí formando unidades completas. Es decir, cuando hablamos de competencia léxica no nos estamos refiriendo a conocer y utilizar elementos léxicos aislados, sino combinados de forma efectiva: es así también como los almacenamos, por pura economía lingüística, ya que si metemos dentro de nuestro lexicon mental las unidades léxicas completas, nos resultará luego mucho más rápido recuperarlas.
Hay taxonomías muy diferentes para la clasificación de las unidades léxicas. La autora del artículo propone una división entre palabras y unidades fraseológicas (dentro de las cuales entrarían colocaciones, unidades idiomáticas y secuencias formulaicas, aunque en muchas ocasiones la clasificación de un elemento dentro de estas tres categorías pueda ser problemática, en el sentido de que pued encajar en varias de ellas). Esta clasificación no me parece muy acertada para la lengua china, en la que es difícil distinguir unas palabras de otras incluso por los propios hablantes, por lo que personalmente creo que sería preferible utilizar unidad léxica en lugar de palabra, por oposición a unidad fraseológica, como propone la autora.
 En cualquier caso, las secuencias formulaicas, núcleo de este texto, presentan una serie de rasgos comunes:
· Tienen un alto poder comunicativo y son unas grandes facilitadoras del discurso, en el sentido de que se recuperan de forma automática en cuanto el contexto las reactiva.
· Se adquieren a través de la repetición.
· El cerebro las almacena como si se tratase de una sola palabra, de forma holística. En consecuencia, el alumno no tiene que pararse a analizar y procesar lo que está escuchando fragmento a fragmento, sino que identifica el significado de lo que oye como un todo, lo que reduce su tiempo de reacción.
La autora del artículo define, en base a estos conceptos, una secuencia formulaica como "aquellos patrones léxicos o fórmulas que se almacenan y reproducen en la memoria de modo mecánico, como si se tratase de una única palabra, que poseen una función pragmática y se encuentran determinadas por el contexto de cada situación". Añade que aportan "fluidez y propiedad" al discurso del alumno, y destaca de ellas las siguientes ventajas para el aprendiz:
a) Reducen la ansiedad, ya que los alumnos disponen, cuando hablan, de frases hechas, y no tienen que pararse a crear estructuras complejas.
b) Promueven la interacción social
c) Son fácilmente memorizables, porque están contextualizadas
d) Sirven de modelo para posteriores análisis sintácticos, ya que se pueden descomponer en unidades menores.
La autora concluye afirmando que en la enseñanza del discurso oral debería incluirse un mayor esfuerzo en enseñar estas fórmulas.
El principal problema que veo en el traslado de esto a la enseñanza de chino es que, si de los textos escritos creo que aún no se han realizado análisis suficientemente profundos, menos aún del discurso oral. Sin análisis previo, difícilmente se pueden producir materiales. Y, si utilizamos los materiales ya existentes para la enseñanza de chino, los diálogos que en ellos hay son absolutamente estereotipados, antinaturales, buscando ese complicadísimo equilibrio en la enseñanza de chino entre lo que se puede decir en determinado contexto y lo que puedo transmitir a través de caracteres sencillos a los estudiantes.
Así que, por un lado, creo que la autora lleva razón en su conclusión final, y me parece que es importante esta enseñanza de secuencias formulaicas y, por otra, no termino de ver claro cómo trasladarlo al aula de chino sin caer en el estructuralismo con el que están concebidos la mayoría de manuales que se utilizan en las instituciones oficiales de enseñanza de chino.

En la siguiente parte del artículo, la autora hace una propuesta didáctica para la adquisición de estas secuencias formulaicas, en tres etapas: mecanización de las estructuras, contextualización de las mismas y producción en una última fase. No estoy convencida de que dicha propuesta pudiera funcionar en el aula de LE en general, ni tampoco ella comenta en su artículo si su propuesta ha sido llevada a cabo y con qué resultados, por lo que no la explicaré aquí.

El artículo completo de la autora se puede leer completo aquí.

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