martes, 30 de diciembre de 2014

Métodos de enseñanza de caracteres: el experimento de Heilongjiang (注音识字)



El experimento de lecto-escritura de Heilongjiang, más conocido como “注音识字,提前读写实验 (literalmente “Utilizar la fonética para reconocer los caracteres y adelantar la lecto-escritura”) se puso en marcha en China en el otoño del año 1982 en la provincia al que da nombre y supuso una auténtica revolución en los métodos tradicionales de enseñanza de chino en las escuelas primarias. La enseñanza tradicional se basaba en un proceso en tres pasos: en primer lugar, se aprendían los caracteres, luego se aprendía a leer y en un último paso se aprendía a componer textos (“识字――阅读一-作文”). El método que proponía este experimento fusiona las cuatro destrezas (comprensión auditiva y lectora, producción oral y escrita) y las enseña conjuntamente, garantizando así una mayor cohesión en el aprendizaje de los niños. 

El método puesto a prueba en Heilongjiang se basa en que es posible y necesario enseñar a los niños a leer antes. Para ello, convierte al  pinyin en una herramienta básica de trabajo para los niños, ya que éste les permite leer e incluso escribir aún cuando no conozcan los caracteres. La lectura se fomenta desde una óptica en la que se interpreta como un elemento que puede despertar el interés del niño, permitirle ampliar sus conocimientos, despertar su inteligencia y mejorar su capacidad lingüística y de razonamiento.

El método se basa en los siguientes principios generales:
  1. El pinyin ocupa un lugar privilegiado en la enseñanza. En los estadios iniciales del aprendizaje de los niños, el pinyin debe tener el mismo rol que los caracteres, es la herramienta de lecto-escritura que los niños deben utilizar básicamente o ser en la que se basen para ello. De ahí el principio de “直呼音节”(es decir, la lectura de pinyin silábica directa, sin tener que pararse a la lectura inicial por separado de ataque-núcleo-coda, conocida comúnmente como 三呼法, e.g.: ba directamente en lugar de b-a-ba). Además de los sonidos vocálicos, los consonánticos, los tonos y el resto de elementos que componen el sistema de pinyin, es necesario dominar la sílaba al completo, para que el aprendizaje de pinyin sea lo más completo posible.

  2. El reconocimiento de caracteres como parte de su proceso de enseñanza-aprendizaje debe tener lugar dentro de un contexto de lectura. Los niños deben leer abundantemente textos que contengan la transcripción en pinyin, en los que a través del porcentaje de aparición de caracteres y otros procedimientos se fomente el dominio y reconocimiento de caracteres de forma autónoma por parte del niño. Lógicamente, el profesor guiará este proceso de aprendizaje a través de una programación guiada, la cual sigue siendo el elemento principal de dicho proceso.
  3. La lectura, en este experimento no sólo es un paso en el camino del niño hacia el aprendizaje de los caracteres, sino que compone el núcleo de la enseñanza-aprendizaje. Esta lectura se basa en la implementación de un importante principio: “del todo a la parte, y de la parte al todo” (“整体——部分——整体”),  que consiste en realizar una primera aproximación a la comprensión del contenido del texto en su aspecto más superficial, y luego capa a capa ir adentrándose en su contenido más profundo. Otros dos importantes rasgos definitorios de este sistema son que se adelanta el momento en el que se empieza a leer y se obliga a realizar abundantes lecturas.

  4. La enseñanza de la producción escrita comienza relativamente pronto. Se pone énfasis en que los textos producidos comiencen y finalicen siguiendo las fórmulas habituales para los comienzos y finales de texto  (“开篇成文”) y en que el texto tenga una idea global, se enfatiza en que el texto contenga lenguaje coloquial y, llegado el momento, se guía al niño en el paso del uso de este lenguaje coloquial a un lenguaje formal.
Este método de enseñanza es uno de los más utilizados en las escuelas primarias de China, y también se ha utilizado en la elaboración de métodos de chino para extranjeros.

Recursos para ampliar:


Aprendiendo a leer como los niños.
Imagen: Baobao88.com

lunes, 29 de diciembre de 2014

Confucio dijo...

子曰: 学而不思则罔,思而不学则殆。
Confucio dijo: "Estudiar sin pensar puede llevar a que el conocimiento confunda; pensar sin estudiar puede ser peligroso". 

Y, para muestra, un botón:




lunes, 22 de diciembre de 2014

Pinyin, ¿cuándo meterlo dentro de las clases?

Todos los que hemos estudiado chino hemos dedicado una importante cantidad de tiempo al principio de nuestro aprendizaje para aprender a leer y pronunciar el pinyin. Unos profesores dedican algunas semanas al principio de curso, otros lo van incluyendo a lo largo de las primeras sesiones de clase, para así ir teniendo tiempo para ver en clase otros contenidos y que los alumnos no se desmotiven. 
La pregunta que creo que tenemos que hacernos, más que si es mejor meterlo al principio del curso intercalado o no con otros contenidos, es: ¿por qué tenemos que enseñarlo así?
Los métodos chinos para extranjeros empiezan por el pinyin porque los chinos también empiezan el aprendizaje de su propia lengua desde el pinyin, y aún no hay desarrollado un enfoque metodológico para la enseñanza de chino que no parta de esta visión de "importar" la enseñanza de la lengua materna a la enseñanza de chino como lengua extranjera o como segunda lengua. La pregunta es, nosotros, los profesores que sí que conocemos otros enfoques metodológicos, ¿por qué seguimos reproduciendo este esquema? ¿Por qué nos planteamos en qué momento y durante cuánto tiempo meter el pinyin en nuestros cursos, en lugar de plantearnos cómo introducirlo, o incluso si su enseñanza es necesaria? Si cuando aprendimos inglés o francés nunca dedicamos dos semanas de nuestro aprendizaje a aprender a leer, ¿por qué nos parece tan natural tener que hacerlo con el chino?
El enfoque comunicativo más radical ha dejado de lado la enseñanza específica de la fonética y fonología dentro del aula de lenguas extranjeras. Personalmente no comparto esta visión, pero tampoco me parece que la enseñanza sistemática y mecanizada (escuchar, leer, repetir y vuelta a empezar) dentro del aula de todo el sistema de pinyin sea productiva en absoluto. Creo que esto hace que los alumnos se obsesionen con que no son capaces de distinguir entre "-in" e "-ing", o "ji" y "qi", produciéndoles desmotivación, cuando lo cierto es que para hablar bien hay aspectos mucho más importantes, como son los prosódicos (fluidez, ritmo...) y que no se trabajan en absoluto dentro del aula. 
La pregunta inevitable entonces es: si no enseñamos pinyin, ¿cómo leer los caracteres al principio? Porque, a los problemas arriba citados, debemos sumar también el de que la lectura de pinyin, en sí misma, tampoco es fácil para los hispanohablantes (hay que reflexionar para encajar que esa "p" es una /b/, por poner un ejemplo). Quizá sería posible un acercamiento al pinyin menos duro, menos descriptivo y más intuitivo: partir de cómo el alumno escucha el pinyin, cómo escribiría él el pinyin, y sobre su "transcripción fonética casera", ir añadiendo las piezas de pinyin. Dejar que él decida cómo se escribe lo que oye, antes de indicarle cómo se escribe de verdad. 
Seguiremos pensando sobre esta cuestión, y la intentaremos poner en práctica en la clase piloto sobre pinyin.
Imagen: autora del blog

sábado, 20 de diciembre de 2014

Programando un curso: preguntas básicas antes de empezar

Algunas preguntas útiles antes de empezar a preparar un curso de lengua, sea la que sea:

  • ¿Para qué van a hacer mis alumnos este curso?
  • ¿Qué competencias quiero trabajar?
  • ¿Qué destrezas van a utilizarse más en las clases?
  • ¿Cuál es el perfil de mis alumnos? ¿Qué van a necesitar?


En cualquier clase de idioma, el perfil del alumno es básico para diseñar las programaciones. En el caso del chino, que tiene la dificultad añadida de los caracteres, de sonidos que no existen en castellano ni en otras lenguas extranjeras que se puedan haber estudiado en España, de una gramática completamente alejada de la nuestra y de un vocabulario con una cantidad de cuasi sinónimos que da vértigo, la cuestión es aún más importante.
El perfil de los alumnos, además, va a ser muy variado: niños, adolescentes, padres adoptantes de todas las edades, empresarios... Ya no se trata únicamente de cuestiones como la edad, que obviamente es un radical determinante, o de los intereses personales que se persigan con el curso (no va a tener la misma prisa por aprender un empresario que va el próximo mes a China que un alumno universitario), sino que nuestros alumnos van a llegar con un bagaje previo muy diverso. Este bagaje previo me va a delimitar los recursos que voy a necesitar dentro del aula: no será lo mismo explicar estructuras gramaticales a un universitario que estudie filología o traductores que a un padre adoptante que se dedique a la enseñanza de matemáticas.
En cierto sentido, esta focalización en las necesidades específicas del alumno me ha hecho pensar que más que un curso de lengua general parece que estemos programando para un curso para fines específicos. Quizá podrían importarse algunos de los recursos típicos de estos cursos para detectar necesidades antes de empezar. Recursos:

  • Cuestionarios de necesidades de comunicación y de aprendizaje. Esto nos ayudará a conocer el perfil biográficos de los alumnos, los intereses, las expectativas que traen y lo que necesitan. También las preferencias de aprendizaje. Esto nos puede ayudar a delimitar las actividades de lengua que se pueden hacer y los contextos comunicativos reales que se pueden trabajar en clase, así como el tipo de metodología de enseñanza que prefieren.
  • Encuesta de negociación de los objetivos y planes del curso, para consensuar entre todos los objetivos con los que desarrollar la programación (contenidos, actividades, metodología, temas...). 
  • De manera menos técnica, en función de las edades, se pueden también hacer ejercicios de presentación en clase el primer día de los que pueda tomar nota de las preferencias y gustos de los alumnos. No cuesta nada tratar un tema en lugar de otro dentro de los contextos temáticos, si hay un alumno al que cierta cuestión interesa especialmente se puede meter (motivación extra). 
Casa típica, barrio de Ciqikou (Chongqing).
Foto: autora del blog

En conclusión, probablemente sea mejor idea conocer primero a nuestros alumnos y luego lanzarse a programar, en función tanto de las necesidades como del perfil que detectemos. La negociación de objetivos y planes me parece especialmente importante, no sólo porque didácticamente implique más a los alumnos en su proceso de aprendizaje, sino porque, siendo prácticos y realistas, así queda claro para todas las partes dónde empezamos y dónde queremos terminar, y podemos evitar malentendidos.

Queda pendiente una elaboración de un cuestionario y una encuesta para futuras entradas.



(Para la redacción de esta entrada, este documento y este otro documento de aquí me han servido de ayuda. Hablan sobre español con fines específicos, pero las ideas son extrapolables).

viernes, 19 de diciembre de 2014

Nueva lengua, nueva forma de aprender a enseñar

Si has llegado hasta este blog, es porque tú también estás interesado en la enseñanza-aprendizaje de chino (o eso, o ya me conoces personalmente y has visto el enlace en mis redes sociales, ejemp...). Seguramente, como yo, te estarás haciendo preguntas sobre qué chino enseñar, cómo hacerlo y, sobre todo, cómo hacerlo bien. Y habrás llegado a la conclusión, también como yo, que hay que hacer una labor de reflexión enorme antes de responder a estas preguntas.
Aunque ya tenía experiencia enseñando lengua (español, en mi caso), las clases de este año me están llevando a replantearme cuestiones metodológicas sobre las que antes de empezar el máster de formación de profesorado en lengua china no había reflexionado, o lo había hecho muy superficialmente. Esto me ha llevado a pensar que era necesario crear un espacio de reflexión, físico y temporal, para sacarle el máximo provecho a estas clases del máster.
No estás, pues, ante un blog exactamente personal, sino más bien ante un diario de clase abierto, un cuaderno de ideas y reflexiones, en el que sería positivo que cualquiera que haya pensado sobre estas cuestiones añadiera un granito de arena para que las ideas fueran lo más amplias y debatidas posible.
Esta es la intención.

Empezamos.

Interior del templo de Luohan, Chongqing.
Foto: autora del blog.