lunes, 16 de noviembre de 2015

Dinámicas para la práctica oral (II)

Aviso: sigo sin ganar un premio a la innovación docente por nada de lo que hay aquí abajo

2. Una de preguntas y respuestas

La previa a la clase: se llevan de tarea a casa preparar una batería de preguntas que vienen dentro del manual de clase. En ellas, se fuerza a que utilicen el vocabulario de la unidad para responder. Les insisto en que no tienen que traer las respuestas escritas, que sólo hay que practicar en voz alta. También sé que me encontraré con dos cosas cuando llegue el siguiente día de clase: o las harán por escrito, o ni se las mirarán, pero nadie las habrá preparado en voz alta (por experiencia).

En clase. El ejercicio de la batería de preguntas he intentado hacerlo antes en gran grupo (funcionó mal) y en pequeños grupos por los que me iba pasando (silencio cuando me acercaba, murmullos sobre temas que nada tenían que ver cundo me alejaba). Para esta vez, me traigo las preguntas de la batería impresas en fichitas, una ficha por pregunta. Los organizo en clase en pequeños grupos de tres-cuatro personas y doy un taco de fichas a cada alumno. La tarea que tienen que hacer es lanzar su pregunta al grupo, y que los compañeros respondan. El libro lo tienen que tener cerrado, no pueden tener a mano los papeles donde hayan preparado las preguntas y, sobretodo, no pueden ver la pregunta que está leyendo el compañero, sólo pueden pedirle que repita (hacen trampas en esto último y yo hago como que no me entero, pero si veo papeles con texto para leer les pido que lo quiten de enmedio). Van ayudándose entre ellos. Como algunas preguntas están repetidas dentro de cada taco, a la segunda vez que oyen una ya saben qué responder y van más seguros. Cuando acaban con su taco, intercambian con otro grupo. Dejo el suficiente tiempo como para que todos en todos los grupos hayan o respondido o escuchado a un compañero responder todas las preguntas.

Y pasamos a la segunda parte: asigno una letra a cada grupito. Lanzo una pregunta a la clase y, quien primero levante la mano y responda a una pregunta, gana un punto para su grupo. Las respuestas las tiene que dar por válidas la clase: es decir, si responde algo que no tiene nada que ver, o no entienden lo que dice (suele pasar que yo sí que lo entiendo, pero ellos no siempre), no se da por válida. Al principio les cuesta, pero cuando ven que no hace falta dar una respuesta complejísima, sino que con algo simple vale, se van lanzando.

No deja de ser una práctica muy controlada del oral, pero al menos me ha funcionado para animarles a que hablen un poco.

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